• Inicio
  • Blog
  • Sin planes ni prisa: vivir a velocidad paisaje
Sin planes ni prisa: vivir a velocidad paisaje

Sin planes ni prisa: vivir a velocidad paisaje

Nos han enseñado a creer que el éxito se construye sobre planes detallados, estrategias fijas y metas estrictas. Sin embargo, ¿qué pasaría si nos permitiéramos soltar un poco esa estructura? ¿Si en lugar de obsesionarnos con llegar, nos enfocáramos en el recorrido?

A veces, no necesitamos un plan. Solo respirar, confiar, soltar y ver qué sucede. Esta frase de Elizabeth Gilbert en Libera tu magia nos recuerda que no todo en la vida necesita estar cuidadosamente planificado.

Nos han enseñado a creer que el éxito se construye sobre planes detallados, estrategias fijas y metas estrictas.

Sin embargo, ¿qué pasaría si nos permitiéramos soltar un poco esa estructura? ¿Si en lugar de obsesionarnos con llegar, nos enfocáramos en el recorrido?

 

 

Planes como brújulas, no como anclas

Vivir "sin planes" no significa rechazar la organización ni caer en el caos. La planificación es valiosa porque nos da dirección y claridad, pero no deberíamos verla como una cadena que nos impide cambiar de rumbo.

Imaginemos un viaje en el que conocemos el destino final, pero dejamos espacio para descubrir el camino. Cada parada puede invitarnos a quedarnos un poco más, a seguir explorando o a cambiar completamente de dirección. Esa flexibilidad nos permite adaptarnos y disfrutar del proceso, en lugar de apresurarnos por llegar.

Así es como decidimos vivir junto a Ema, mi compañero. No solo lo decimos, lo hacemos: nuestro proyecto de vida es "sin planes ni prisa".

Disfrutamos cada lugar que habitamos, nos dejamos sorprender por los cambios y tomamos decisiones desde un lugar más liviano. No nos sentimos atados a un único camino, sino que nos permitimos ajustar el rumbo cuando lo sentimos necesario.

 

El arte de desacelerar

Vivir "sin prisa" es un recordatorio de que el ritmo importa tanto como el destino. No se trata de detenerse por completo, sino de encontrar disfrute en cada paso.

Es poder madrugar para ver un amanecer, no porque estemos de vacaciones, sino porque queremos regalarle a nuestros ojos ese momento único.

Es caminar sin un propósito concreto, solo por el placer de sentir el suelo bajo nuestros pies.

Es hacer pausas en medio de un día agitado para respirar profundo, escuchar una canción o simplemente estar en silencio.

Cuando dejamos de apresurarnos, descubrimos más espacio para la creatividad, la inspiración y el asombro. Nos permitimos ver, escuchar y sentir lo que realmente nos rodea. 

En ese instante, el piloto automático desaparece y comenzamos a andar con el alma más libre.

 

Vivir a velocidad paisaje

Hace un tiempo, escuché la historia de alguien que dejó atrás una vida veloz y ruidosa para viajar en un motorhome. Al describir su transformación, dijo que ahora vivía a "velocidad paisaje". Y me resonó profundamente.

Ese es el verdadero regalo de vivir sin planes ni prisa: darnos el tiempo para mirar alrededor, sentir el entorno y decidir qué queremos experimentar.

En una sociedad que nos empuja a avanzar sin descanso, elegir desacelerar es un acto de valentía. Es confiar en que el camino se revelará mientras lo recorremos. Es respirar profundo, soltar el control absoluto y permitirnos fluir.

No te invito a soltar la planificación y el orden, sino a abrazar la flexibilidad y adaptabilidad. Es una invitación a que te habilites el cambio y te abras al asombro. A escuchar tu ritmo.

 

Y vos, ¿cómo estás viviendo?

La próxima vez que sientas la necesidad de estructurarlo todo, hacé una pausa.

Preguntate: ¿Estoy dejando espacio para lo inesperado?
¿Estoy disfrutando el recorrido o solo avanzando hacia un objetivo?

Quizás la respuesta te sorprenda.

Y quizás, ahí mismo, empiece una nueva forma de habitar tu vida.


 

Gracias por dedicarme tu tiempo en la lectura de este escrito cargado de sentido para mí, y que espero para vos también

Deseo ser inspiración. Brindarte claridad y seguridad para que puedas tomar acción en animarte a desarrollar la vida que deseás.

Desde mi rol de mentora, puedo ofrecerte mi mirada experta para acompañarte a diseñar experiencias que generen disfrute en tu negocio, tanto para vos como dueña, como para tus clientes y así lograr dejar una huella positiva y perdurable

Transitar el recorrido de manera acompañada es nutritivo y gratificante.
Estoy aquí para vos.

 

Ana Bonvín
Exploradora de experiencias y creatividad

Nos han enseñado a creer que el éxito se construye sobre planes detallados, estrategias fijas y metas estrictas. Sin embargo, ¿qué pasaría si nos permitiéramos soltar un poco esa estructura? ¿Si en lugar de obsesionarnos con llegar, nos enfocáramos en el recorrido?

Te puede interesar
Cerrar X