A menudo ocurre que debemos presentarnos en diferentes contextos, como puede ser una charla, un taller, una conferencia, frente a otros colegas, a clientes, a personas completamente desconocidas. En menos de un minuto debemos contar de forma resumida quiénes somos, a qué nos dedicamos, quizás desde hace cuánto nos desarrollamos en un rubro específico, y sería importante incluir en esta narración nuestro propósito o promesa de transformación.
En lo personal, me ha sucedido en reiteradas ocasiones entrar en un blanco mental, y hasta balbucear ante esa preguntas.
Y esto no ocurre porque no sepa quién soy, o por no estar feliz desde mi rol, sino porque inmediatamente mis pensamientos comienzan a dialogar entre ellos, seleccionando qué contar y qué dejar fuera de mi relato. ¡Pues claro! No soy una sola cosa, pero tengo que elegir la que “mejor” me representa para que los demás me “conozcan”.
Si me defino me limito.
En el momento exacto en el que tengo que presentarme al mundo, me inunda una sensación de encierro, una emoción limitante.
¿Cómo describo en menos de un minuto que soy mujer, emprendedora, viajera, diseñadora, comunicadora, estratega de marketing, gestora de proyectos?…y la lista podría ser mucho más extensa, pero “tengo” que elegir. Necesito encontrar una etiqueta que resuma en pocas palabras lo que me apremia a que los demás sepan de mi.
Si hoy tuviera que presentarme como profesional, inmediatamente mi mente respondería: “Hola, soy Ana. Diseñadora y comunicadora. Mentora creativa de mujeres dueñas de negocios digitales. Las guío en el proceso creativo y estratégico de creación de su marca, a través del marketing de experiencias”. En cambio mi esencia se desespera por gritar: “soy muchas cosas, no soy solo una”
Cómo explico lo que fui, y que me sirvió en mi recorrido, pero que hoy ya no me representa. O por el contrario, qué cosas me encienden, más allá de lo laboral y profesional, y que influyen directamente en mi negocio, en mis modos y formas de compartirme.
Mis raíces no están en un solo suelo, sino en la capacidad de conectarme con diferentes lugares y personas.
Encendamos la creatividad.
Te propongo una actividad para encender tu creatividad, y la de las personas que te escuchen en tu próxima presentación.
Con este ejercicio no solo lograrás impactar en la emociones de las personas que te escuchen, sino que también será un refugio, un lugar seguro al que puedas regresar cada vez que te sientas alejada de tu propósito, de tu esencia.
Aquí vamos nuevamente con la presentación. Ahora te propongo que te describas.
Mi recomendación es que la digas en voz alta como primer ejercicio, para que sea más espontánea, puedas exteriorizar lo primero que viene desde tu corazón y te escuches. Luego si, como paso dos, te sugiero que la escribas, para tenerla bien presente y revisar las veces que haga falta.
Por ejemplo, te regalo mi descripción a modo de inspiración: “Hola, mi nombre es Ana. Soy movimiento. Hija del viento. Soy mar, aire fresco. Amante del sol y testigo del amanecer. Creativa, inquieta, ocurrente. Disfruto de pasar tiempo en contacto con la naturaleza. Aspiro a una vida liviana y abundante”.
Ser desde la esencia.
¿Cómo se sintió? ¿Cómo fue quitarse las etiquetas y mostrarte desde tu esencia?
Me encanta este ejercicio, lo siento super poderoso, porque no solo puede acompañarte en tu próxima presentación (si te animás a salir de la caja), sino que además en un sitio al que te recomiendo regresar cada vez que necesites tomar una decisión en tu negocio. Dentro de esas palabras se esconde tu propósito, tu visión, tu poder de transformación que los demás buscan en vos. En ese breve texto están tus valores. Por tanto, tu comunicación, tu negocio, tu vida, debería estar alineada a eso.
Te invito a registrar lo que pasó por tu cuerpo cuando te escuchaste y qué sucedió al leer lo que salió desde lo más profundo de tu interior.
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Con estos ejercicios podemos detectar cómo la forma convencional y “correcta” de presentarnos al mundo es un acto sumamente mental. En cambio cuando permitimos dar lugar a la creatividad, las palabras florecen desde el corazón.
Somos mucho más que un título (o varios).
Somos mucho más que un trabajo (o varios)
Somos experiencia
Somos esencia
El resto son solo etiquetas
Cuando te sientas en desalineación con tu negocio, cuando no estés segura sobre el contenido a desarrollar, regresá a tu lugar seguro, tu esencia.
Hacete preguntas para comprender si tu descripción racional está en alineación con tu descripción emocional.
Tu negocio y tu vida, ¿están en sintonía con lo que tu corazón siente y necesita?
En mi caso, algunas preguntas serían: esto que elijo hacer con mi negocio, ¿se alinea a una vida liviana y abundante? Esto que comparto, ¿es aire fresco para mi y quienes me eligen? Esto que hago, ¿me lleva al movimiento o me limita? ¿Estoy en suficiente contacto con la naturaleza? ¿Cuánto hace que no visito el mar?
Claro que esa descripción de vos misma puede cambiar, transformarse. A medida que evoluciones, que experimentes, pueden ir surgiendo cosas para sumar a tu relato o bien otras que ya no resuenen.
Permitite el movimiento, sin perder de vista tu esencia.
Puedo acompañarte a reencontrarte con tu esencia
En las sesiones de mentoría, me gusta trabajar con herramientas que nos permitan dar lugar a la creatividad, para liberar todo el potencial personal, que impacta directamente sobre las marcas y negocios.
Mi invitación es abrazar la originalidad, la innovación y la apertura mental para resolver problemas y abordar desafíos escuchando nuestra esencia.
Si te gustaría trabajar en potenciar tu marca desde tu esencia, charlemos y profundicemos sobre este tema, te invito a que me contactes y así ofrecerte mi mirada y experiencia.
También podés compartir esta nota a aquellas personas que conozcas que estén necesitando alejarse de las etiquetas y volver hacia su esencia.
Gracias por dedicarme tu tiempo en la lectura de esta nota.
Deseo ser inspiración y guía. Brindarte claridad y seguridad para que puedas tomar acción y diseñar la vida que deseás, en menos tiempo y con menos frustración que sí lo harías sola.
Transitar el recorrido de manera acompañada es nutritivo y gratificante
Ana Bonvín
Mentora Creativa de mujeres dueñas de negocios digitales
